RSS

5. Breve historia del gobierno de la segunda república


En la segunda república se produjeron varios cambios de gobierno, por tanto hubieron varias formas de gobernar , tanto de derechas como de izquierdas, en las que aparecieron diferentes opiniones públicas. Además otro aspecto que produjo esta cuestión fueron los rápidos cambios de gobierno, como por ejemplo entre el primer bienio y el segundo que entre ellos solo había dos años de diferencia pero con ideología totalmente diferente ya que en cada bienio gobierna derechas o izquierdas.


BIENIO REFORMISTA 1931-1933

Durante el bienio reformista gobernó la presidencia de la república Niceto Alcalá Zamora y en cuanto a la presidencia del gobierno, Manuel Azaña.
El partido liderado por Manuel Azaña era Acción Republicana con un sostenido crecimiento y una fuerte articulación en todo el país lo que le valió el puesto de primer partido de la izquierda republicana.
Sus militantes eran prioritariamente de clases medias y poco a poco se fueron sumando tanto apoyos de otros partidos minoritarios como la federación de partidos republicanos de carácter regional, el Partit Català d’Acció Republicana y el Partido Republicano Gallego de Casares Quiroga.
En 1934 se reunió todo el sector más progresista del republicanismo con la fundación de Izquierda Republicana.

Las reformas que hizo este gobierno durante 1931-1933 fueron:

  • Respecto a lo militar Manuel Azaña puso la ley de retiros que consistía en la jubilación anticipada voluntaria a aquellos militares que no estuvieran de acuerdo con la república, porque entonces, se necesitaba un ejército fiel a ésta. Esto fue una acción generosa porque los oficiales que se jubilaran seguían teniendo el mismo salario que cuando ejercían. Aún con la ley de retiros, hubieron oficiales que no quisieron abandonar la profesión y tuvieron que ser distribuidos en distintos sitios de España considerados contrarios a la República.

  • La reforma religiosa y educativa: Se intentó disminuir el peso de la iglesia católica y su influencia en la educación. La nueva constitución separó la iglesia del estado y como consecuencia, se abolió el presupuesto de culto y clero, enseñanza religiosa... En cuanto a la educación se intentó que fuera laica y el estado asumió la responsabilidad de la escuela pública, por tanto se destinó grandes inversiones a construcciones escolares y a incrementar el nombre de profesores.

  • La reforma territorial: La constitución abrió un camino hacia la posibilidad de hacer estatutos de autonomía y de establecer gobiernos autónomos. En Cataluña se redactó un Estatuto de Autonomía que fue aprobado por las cortes el 1932. El País Vasco empezó la redacción de un estatuto que fue aprobado el 1936. En Galicia el comienzo de la guerra civil frenó el proceso autonómico.

  • La reforma agraria: Aún seguía el problema del latifundismo. En algunas zonas de España habían miles de jornaleros sin tierras y en una situación de miseria extrema mientras la propiedad estaba a manos de propietarios. En 1932 una ley dictaba que las fincas que no eran cultibadas podían ser expropiadas y repartidos por los labradores. Esto fue posible a las indemnizaciones pagadas a los propietarios y la facilitación de la ocupación de las famílias de labradores que hizo el Instituto de Reforma Agraria (IRA).

Pero a todo esto había una oposición:

Los conservadores
Los grandes propietarios de las fincas, la jerarquía de la Iglesia Católica, a una parte del ejército y a amplios sectores de clases altas y medianas. Estos grupos consideraban amenazadas sus propiedades y el poder que durante siglos ejercieron en la vida española.
En 1932 huvo un golpe de Estado dirigido por el general Sanjurjo pero fue frenado por el gobierno y éste tubo que exiliarse.
A pesar de esto, las derechas se reagruparon en la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) dirigida por José María Gil Robles.

Los obreros
A causa de la lentitud de algunas reformas, especialmente la reforma agraria, los jornaleros y obreros se desanimaron porque querían más cambios y los querían mas rápidos.
La UGT se redicalizó y algunos núcleos anarquistas vinculados con la FAI apostaban por un alzamiento armado para transformar de manera revolucionaria la sociedad española, como por ejemplo el golpe de Estado de Casas Viejas (1933) pero que fue reprimido duramente por las fuerzas del orden público.


BIENIO CONSERVADOR 1933-1936

Durante este bienio gobernaron los de derechas porque a causa de la muerte de labradores por la Guardia cibil durante el alzamiento de casas viejas, el gobierno entró en crisis. Manuel Azaña tubo que dimitir como presidente del gobierno, Alcalá Zamora suprimió las cortes y convocó nuevas elecciones para el noviembre de 1933.

El presidente del gobierno pasó a ser Alejandro Lerroux, del Partido Radical, apoyado por el CEDA.
El nuevo gobierno inició un proceso en el que quiso cambiar todas las reformas que se hizo en el bienio anterior:

  • Paralizó la reforma agraria.
  • Modificó la política religiosa, haciendo posible un acercamiento al Vaticano.
  • Paralización de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola. Esta nueva política fue completada con un amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932.

Radicalización del enfrentamiento político:

En un contexto de crisis económica internacional y de triunfo de los extremismos en Europa con el triunfo de Hitler y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política se radicalizó en nuestro país. España se polarizó entre las "derechas" y las "izquierdas".

Derechas:
La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas. Las Juventudes de Acción Popular (JAP), organización juvenil del partido, tenían ya en aquel momento rasgos claramente fascistas.
En Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, se agrupaban los monárquicos con posturas cada vez más extremistas y antidemocráticas.
Finalmente, la Falange Española de Jose Antonio Primo de Rivera se fusionó en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) de Ledesma. Quedaba así constituido el núcleo político de ideología fascista en España.

Izquierdas:
La Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba el centro-izquierda que había optado por una política de reformas y de alianzas con el movimiento obrero.
El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dirigido por un grupo de líderes a menudo enfrentados. Indalecio Prieto y Largo Caballero representaban el ala más moderada y más radical del partido. En general, el PSOE vivió un claro proceso de radicalización.
El PCE seguía las nuevas directrices de la Komintern y buscaba una alianza de la izquierda contra el fascismo. La experiencia alemana y el ascenso de Hitler en enero de 1933 habían hecho rectificar a Stalin y buscar alianzas con todas las fuerzas de centro-izquierda.
La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria, aunque había quedado muy mermada tras el fracaso de la insurrección de diciembre de 1933.
Los continuos enfrentamientos del gobierno de la Generalitat catalana con el gobierno de derechas de Madrid habían propiciado que la Esquerra Republicana de Catalunya dirigida por Lluis Companys girara a la izquierda en sus posiciones políticas.

Revolución de Octubre de 1934:

La creciente tensión entre los dos polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual.

  • El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas y comunistas.
  •  En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz independentista. La revuelta fue rápidamente reprimida por el ejército.
  • En Asturias la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal. La Legión, dirigida por el general Franco, fue la encargada.
El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador: más de mil trescientos muertos, el doble de heridos, treinta mil detenidos, entre ellos Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, y los principales dirigentes del PSOE como Prieto o Largo Caballero.
La reacción del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma.
Sin embargo, las dimensiones en el seno del gobierno eran crecientes. Las diferencias entre el Partido Radical y la cada vez más extremista CEDA eran evidentes. Un ejemplo de la orientación de la CEDA fueron los nombramientos que hizo Gil Robles, como nuevo ministro de Defensa. Militares claramente contrarios a la república y la democracia fueron designados para puestos clave en la estructura del Ejército. Franco, por ejemplo, fue nombrado jefe del Estado Mayor.
La crisis definitiva vino con un escándalo de corrupción, el escándalo del Estraperlo, que afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical cayeron en un descrédito total. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.

FRENTE POPULAR 1936

En un ambiente de creciente radicalización, se presentaron las siguientes candidaturas a las elecciones de febrero de 1936:


Frente Popular: pacto electoral firmado en enero de 1936 por Izquierda Republicana, PSOE, PCE, POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista) y Esquerra Republicana de Catalunya. Este pacto agrupaba a todas las izquierdas. La CNT, con muchos presos en la cárcel, no pidió la abstención y apoyó de forma tácita a la coalición de izquierdas.

La coalición de los grupos de derecha, formada por la CEDA y Renovación Española, acudió con un programa basado en el miedo a la revolución social. La Falange y el PNV se presentaron por su cuenta.

La victoria fue para el Frente Popular, que basó su triunfo en las ciudades y las provincias del sur y la periferia. Mientras, la derecha triunfó en el norte y el interior del país.

Las elecciones las ganaron el Frente Popular. En Mayo, Manuel Azaña se convirtió en presidente de la república y Santiago Casares Quiroga, presidente del gobierno.
Se continuaron las reformas frenadas en el bienio conservador, se reinstauró la Generalitat de Catalunya y se emprendió el proceso autonómico en el País Vasco y en Galicia.



Elecciones del 16 de febrero de 1936









GARCÍA SEBASTIAN M. y GATELL ARIMONT C. (1996) ; Ciències socials, història, Vicens Vives

Himno de la segunda república (Himno de Riego)